Hola a todos!
Hoy me apetece escribir, me siento inspirada, la verdad es que no es realemente inspiración, sino ideas que navegan cada dos por tres en mi cabeza pero esta vez, desahogadas y plasmadas en un papel...
Vivimos en un mundo que consume todo aquello que su nivel adquisitivo le permite, estos mueven el mercado, por lo que tentar a los posibles consumidores es una tarea esencial. Pero claro, no es también verdad que siempre se quejan de que (y aquí va un gran tópico) los "jóvenes" sólo comemos y bebemos porquerías??
Pero no se dan cuenta de que nos lo ponen en bandeja???!!
Una inscripción a un gimnasio, unos 50 euros (78 dólares aproximadamente); más las mensualidades, unos 30 euros mínimo por estos lares (47 dólares).
Por otro lado...
Un bollito de chocolate, 1 euro (1.60 $).
Esto supone un graaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan dilema, para quienes no tenemos la capacidad monetaria de apoquinar 80 euros... la elección fácil cuando el dinero llega a nuestras manos no es la más adecuada. Compramos lo bueno, lo inmediato, lo que nos podemos permitir (bueno, lo que yo me puedo permitir, o sea, muy poco jajaja).
Todo esto para resumir que cuando salimos a la calle nos vemos bombardeados por tentaciones, millones y millones de tentaciones que agradan a nuestro paladar y que nos reclama a gritos nuestro cerebro...
Pero es entonces cuando al pasar por delante y tener ansiedad por saborearlo, se nos viene a la cabeza una palabra...
CONTROL...
Quizás seais de los que tienen la suficiente capacidad y fuerza de voluntad como para controlaros, pero yo, por mucho que me lo planteo no sé como conseguirlo :(
No puedo conseguirlo a pesar que hubo una época (ya lejana) en la que sí que pude...
La verdad, es que lo triste de todo es que soy conciente de que mi cuerpo no necesita todos esos millones de calorias que consumo, pero es que mi cuerpo, mi mente, mi ansiedad... todo me empuja a tomarlas. Creo que debo empezar a asumir que soy una vaca gorda que esta destinada a ello y que no puede remediarlo.
También sé que esta es la postura débil, la fácil y la que... aunque insista, incluso aunque me intente autoconvencer de ello, me causa terrible verguenza comer ante cualquier otra persona.
Es por eso por lo que cuando estoy delante de gente como poco, digo cosas como "ufff, que llena estoy!" o algo por el estilo, aunque en realidad tenga más y más hambre y sepa que en cuanto pueda me daré un atracón.
Quiero cambiarlo... necesito hacerlo...
Un besito a todos y perdón por mi larga paranoia de hoy.
I wannabe a princess...